PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

martes, 6 de octubre de 2009

Vivir y descubrir el secreto de la existencia con sentido


Luis Gordillo. Segunda Serie Roja. 1982 (Pintura de la Transición) Museo Reina Sofía

Se aprende mucho de la gente que consulta y sufre en su existencia. Por eso Winnicott sentencia en su agradecimiento del libro "Reality and Playing": a mis pacientes que pagaron por enseñarme. Recuerdo un autor que recomendaba ver al paciente como un pasajero del hiperespacio, esto significa que viene de otro mundo distinto al nuestro (al subjetivo del terapeuta) y que hay que entender su "civilización", su cultura, sus costumbres y lo que le configura con una personalidad dinámica y cohesiva para entender su comportamiento.
Cada persona tiene un microcosmos único e irrepetible, son sujetos singulares, atravesados de un discurso social, de unas vivencias familiares, de una crianza y educación. Del forjar por otros, al principio, cuando la dependencia es absoluta o casi absoluta sus esquemas cognitivos, el sentido de la moralidad, del juego, de la ética, de la justicia, el modo de ver a los demás y esto último gira hacia el propio sujeto que se ve rodeado de otros y que esos otros le "alteran", se ve "otreado", la alteridad y la otredad configuran más adelante los objetos internos de esa persona que sufre. En un clima de confiabilidad, respeto e interés por seguir investigando y aprendiendo en el desaprender de los recursos que han dejado esclavo al paciente está la tarea. Para ello el recorrido no es fácil, en este proceso se aprende muchísimo.
Sobre los códigos internos de una familia, la "novela familiar" (Freud), el guión de vida (Eric Berne), los pictogramas (Piera Aulagnier)...

Son elementos para pensar, que alimentan la intuición y el pensamiento del analista, sometido al saber del paciente que le muestra el mapa de su vida, su geografía, sus materiales, la vida interna, los detalles que esa persona sea así y no de otro modo. Que sufra y tenga, a veces, ciertos síntomas. El trabajo abarca lo existencial, en la voluntad de sentido (el impulso innato a encontrar el sentido en nuestra propia vida). Nietzsche decía: "Quien tiene un porqué para vivir puede soportar casi cualquier como".

Aprender de ese mundo "extraterrestre" es lo que hace un terapeuta, conocer cómo piensa, siente y se relaciona ese individuo, como es su mundo interno y externo, como fue y como quiere que sea (ideal del yo-yo ideal).
Las quiebras biográficas nos enseñan a recapitular y ver el mundo de otro modo, a recular y detener el fallo que se da en la apreciación de la realidad, la percepción y la interpretación.

Se aprende mucho de ver esos mecanismos psicopatológicos en psicoterapia donde los diagnósticos no son útiles porque no es el objetivo clasificar aunque Kraepelin invite a ello, sino ayudar a una persona a encontrar su parte sana, su potencial de salud y descubrirse permitiéndose ser ella misma. Y todo esto resulta especialmente complicado, particularmente el hecho de mostrarse auténtico y genuino... puede ser vivido como "expuesto" y "desnudo", sueños de pacientes reflejan este temor e inseguridad. Por eso Winnicott agradecía a sus pacientes que pagaron por enseñarle, porque además de permitir que les ayudara le pagaban y eso no tiene precio. A veces conseguimos que el consultante se descubra, se acepte, se quiera y se muestre de una manera natural después de vivir en una coraza durante décadas, coraza que trae aparejada problemas y dificultades varios.

No hay comentarios: