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Paz y Ciencia

viernes, 9 de octubre de 2009

La identificación, los enunciados identificatorios y la muerte psíquica


El inconsciente es el discurso del Otro, y el deseo del sujeto es el deseo del Otro. Se escribe con mayúsculas para distinguirlo del otro semejante. Es en relación al deseo del otro como el sujeto se configura en su identidad. Lacan sigue a Spinoza al sostener que "el deseo es la esencia del hombre"; "Solamente una vez formulado, nombrado en presencia del otro, ese deseo, sea cual fuere, es reconocido en el pleno sentido del término"; "lo importante es enseñar al sujeto a nombrar, articular, traer a la existencia este deseo". Según Lacan "la incompatibilidad entre el deseo y la palabra" es debido a la existencia del inconsciente. Piera Aulagnier trabaja el enunciado identificatorio, esos deseos de los otros que van dando identidad al sujeto, cuando ese enunciado es alienante porque no corresponde con el deseo del sujeto se origina una quiebra en la identificación, esto es, en la identidad y por tanto en el proyecto que articula el sujeto para identificarse, quien, siempre de una manera inexorable es fruto de las relaciones objetales, de pulsiones ligadas a objetos y de un metadiscurso familiar y social, de una "realidad social". Sobre lo familiar, social y cultural hace peso R.D. Laing desde un enfoque fenomenológico, donde dispone las identificaciones proyectivas de madres a hijos del tipo siguiente:

madre: tú siempre quisiste estudiar biología.
hijo (paciente identificado): quería estudiar filosofía
madre: yo te daba mimos cuando estabas cansado y me preocupaba por ti
hijo: más que una madre has sido una asistente, no me has dado cariños
madre: pensaba que no los necesitabas o que no los querías
hijo: no sabía como pedirlo, no tenía palabras


He empezado con conceptos de raigambre analítica, con la compleja teoría de Piera Aulagnier, después de un seminario con un estudioso de Piera, Don Manuel Poncela, colega, compañero, amigo, médico y psicoanalista. No sé bien en que orden.
Piera habla de las psicosis desde el desarrollo originario, arcaico de la consitución psíquica desde la identificación, el deseo y el otro. Tomando en cuenta el papel del espejo de Lacan.
Un extracto muy valioso de una reseña de su primer libro, "La Violencia de la Interpretación": [...La obra continúa con una descripción de lo que se plantea como primer modo de funcionamiento, el proceso originario, y su modalidad representativa, el pictograma. El postulado básico de lo originario es el de autoengendramiento: todo lo representado se va a vivenciar como creado por el sujeto. Para caracterizar la forma de representación pictográfica, Aulagnier se nutre del concepto de especularidad, tomado del estadio del espejo de Jacques Lacan. En el pictograma se ignora la dualidad de un órgano sensorial que percibe un objeto y un mundo exterior percibido por éste. Es así que "lo representado se presenta ante la psique como presentación de ella misma; el agente representante considera a la representación como obra de su trabajo autónomo, contempla en ella al engendramiento de su propia imagen". Para lo originario, objeto exterior y zona erógena constituyen una unidad por lo que se puede hablar de "objeto-zona complementario".
La ilusión de que la zona erógena crea al objeto que le proporciona placer trae como contrapartida el que la ausencia de satisfacción o la inadecuación de la misma sea vivida como ausencia o defecto de la zona. Esto nos lleva a que el deseo de destruir el objeto sea acompañado del deseo de eliminar la zona erógena, lo que constituirá el prototipo de la castración, posteriormente remodelado por lo primario.http://www.querencia.psico.edu.uy/libros/piera_aulagnier.htm]
La psicosis es la pérdida de la identificación, la desindetificación, la disolución del sujeto en cuanto deseante, está alienado por el deseo del otro y el ideal es el ideal de otro. Esto se ve claro en los ejemplos de arriba.
Laing se acerca en los 60 a estudiar familias de esquizofrénicos, los llama así porque han sido tildados de tal modo ya, y por tanto eso es un enunciado identificatorio, siempre atroz y otras veces además erróneo. Piera hace énfasis en las psicosis de una manera finísima, tan delicada que hay que leer su obra con un cuidado de precisión quirúrgica. Dedicar arduo trabajo a metabolizar el pictograma que es el libro y que nos da una vida, elementos beta que bien metabolizados nos ayudan a entender los entresijos de las psicosis en relación a esa "realidad social" a la que hace referencia Laing. Recordemos que fue supervisado por Donald Woods Winnicott, se nota en su discurso, por ejemplo en el su empleo profuso de la expresión "realidad externa", véase "Cordura, locura, familia", del FCE.
La ruptura con la realidad viene cuando el sujeto cubre una cuota elevada de instinto de muerte tras verse repetidamente y desde el origen de su psiquismo sin espacio para ser más allá de esos enunciados identificatorios, sin capacidad para buscar otras miradas especulares que validen y signifiquen su deseo, ajeno al deseo de ese otro que proyecta su ideal del yo en el sujeto.
Esto no es un proceso sencillo, es complejo, extendido en el tiempo y la ruptura psicótica varía por otras relaciones que pueda tener el sujeto, en la escuela, aficiones, instituciones, etc. El portavoz es aquel que "porta" el deseo de ese sujeto y nosotros como analistas debemos tratar de RESCATAR ese sujeto disuelto sin capacidad para verbalizar su deseo.

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